El sistema educativo,
una de las instituciones sociales por excelencia, se encuentra inmerso en un
proceso de cambios, enmarcados en el conjunto de transformaciones sociales
propiciadas por la innovación tecnológica y, sobre todo, por el desarrollo de
las tecnologías de la información y de la comunicación, por los cambios en las
relaciones sociales y por una nueva concepción de las relaciones
tecnología-sociedad que determinan las relaciones tecnología-educación.
Cada
época ha tenido sus propias instituciones educativas, adaptando los procesos
educativos a las circustancias.
En la actualidad
esta adaptación supone cambios en los modelos educativos, cambios en los
usuarios de la formación y cambios en los escenarios donde ocurre el
aprendizaje.
Este proceso de
cambios, en uno de los marcos donde mejor se refleja es en el ambiente instruccional, en el marco donde
se desarrollan los procesos de aprendizaje. Es indudable que la aparición de
los medios de masas (radio, tv, etc..) han afectado a la forma en que los
ciudadanos aprendemos.
Sin embargo el desarrollo de estos medios no ha afectado
profundamente a la institución educativa.
Los ambientes instruccionales, tal como los
conocemos, han comenzado a transformarse en la actualidad para adaptarse a la
sociedad de la información. Sin embargo, el aula de clase, los procesos de
enseñanza-aprendizaje que se desarrollan en las instituciones educativas
tradicionales parecen presentar cierta rigidez para una educación futura y
requieren para ello adaptaciones
Hemos de señalar que
el sistema educativo, tal como lo conocemos, y por lo tanto los ambientes instruccionales actuales, son una
consecuencia de la revolución industrial y por ello relativamente recientes en
la historia de la humanidad.
El modo industrial de producción (división del
trabajo, especialización, instituciones sociales especializadas) requería
formas de transmisión cultural acordes con las necesidades de aquella nueva
sociedad industrializada
.